Sí, claro. Pero, probablemente el conceptor de monitorizado de ruido necesita ser actualizado.

Aunque las fuentes de ruido asociadas al transporte pueden ser evaluadas adecuadamente mediante modelos, todavía existen muchas fuentes de ruido urbano que todavía necesita evaluarse a trave´s de medidas .Por ejemplo, pensemos en el ruido del ocio, de la recogida de basuras, o del ruido de construcción.

En algunos casos, la evaluación del ruido, podría realizarse con un simple “zona ruidosa”, sin necesidad de medir. Pero incluso en estos casos, el monitorado de ruido será útil para:

  • obtener indicadors objetivos que permitan describir la situación acústica
  • para informar a los residentes sobre su exposición al ruido
  • para comparar con límites legales.
  • para comparar diferentes localizaciones, y establecer prioridades de cara a ejecutar planes de acción
  • para determinar los horarios y patrones del ruido
  • para elevar la concienciación en todos los niveles de la sociedad (desde los propietarios y clientes de bares, restaurantes, discotecas, a las autoridades que deben gestionar el ruido)
  • para dar soporte a las medidas de mitigación que se implementen, de cara a los que sufren o generan el ruido, o a los que pagan por su control
  • para determinar la cantidad de reducción que se requiere en cada zona
  • para evaluar la condición previa, y posteriormente la efectividad de las medidas de control que se implementen

Los mapas de ruido y los modelos de simulación también pueden ayudar con las tareas anteriores, bero todavía presentan un gran inconveniente: los ciudadanos no confían en los modelos tanto como en las medidas. Los ciudadanos reclaman medidas que puedan confirmar lo que ya saben. Ante su ausencia, aparecen factores no-acústicos que pueden incrementar la respuesta comunitaria hacia el ruido. un sistema de monitroado moderno puede ayudar a mitigar el efecto adverso de dichos factores, tales como: información (accesibilidad, transparencia, y comprensión de la misma), confianza, influencia, actitud hacia la fuente, predecibilidad de la situación, reconocimiento de la problemática, interacción entre los actores involucrados.

El monitorado no debe desaparecer, pero es un desafío su revisión y explotación.