Productos más silenciosos

La importancia de la acústica en el desarrollo de productos no es nueva, ya que, en general, los consumidores valoramos positivamente la ausencia de ruido en cualquier tipo de producto. Es por ello que, dentro del campo de la acústica, las líneas de I+D relacionadas con el control de ruido y vibraciones han tenido un importante desarrollo, que ha permitido dar un valor añadido a los productos, tanto desde un punto de vista medioambiental, como desde un punto de vista de su calidad.

De hecho, hoy en día el etiquetado energético de neumáticos o electrodomésticos, no sólo incluye un campo referido a las emisiones acústicas, sino que además, la mayor parte de los fabricantes lo rellenan, ya que el ruido parece haberse convertido en un factor que les permite destacarse frente a la competencia.

Pero, ¿hasta qué punto el consumidor es capaz de valorar la información que recibe por parte de los fabricantes en el etiquetado energético? Nuestro alumno Mario Torices, dirigido por el investigador César Asensio (del Grupo de Investigación I2A2), ha estudiado este fenómeno en su trabajo fin de máster (Máster en Ingeniería acústica en la Industria y el Transporte, de la ETSII).

El estudio se ha centrado en lavadoras y aspiradoras, desarrollándose en tres fases:

  • La primera fase consistió en una importante labor de recopilación de datos de emisiones acústicas, a partir de los datos que los propios fabricantes facilitan en sus páginas web. El análisis ha permitido comprobar que existe una cierta dependencia entre el precio de los electrodomésticos y el nivel de ruido que emiten.
  • La segunda fase estaba más orientada a analizar el grado de comprensión que los consumidores tienen sobre el etiquetado acústico, mediante una encuesta ejecutada online. Los resultados ponen de manifiesto el desconocimiento que el usuario tiene en relación al decibelio, aunque sí tiene asimilada una relación entre la acústica del electrodoméstico y su calidad, y sí manifiesta que el sonido emitido modifica en alguna medida el grado de satisfacción con la compra realizada. Se ha puesto en evidencia lo ineficiente de etiquetar en términos de potencia acústica, ya que las personas no saben si una lavadora emite 20, 40 o 150 dBA, y no son capaces de valorar qué mejora supone la reducción de 1 dBA.
  • La tercera fase se ha realizado mediante experiencias auditivas, en los que los participantes voluntarios han escuchado y valorado el ruido de los electrodomésticos escuchándolo. Gracias al software desarrollado, el usuario era capaz de seleccionar el precio que estaba dispuesto a pagar escuchando la incidencia real que tiene el precio sobre el sonido producido, en función de la marca y categoría seleccionada. Los resultados han puesto de manifiesto que el ruido emitido puede modificar los hábitos del consumidor, y que la escucha real del sonido puede incrementar la importancia de este factor frente a otros, en el proceso de compra. De esta manera se propone la implantación de etiquetados multimedia, que permitan al usuario una toma de decisiones con mayor información. Se considera que un proceso de grabaciones normalizadas ofrecería mayores ventajas que el actual proceso de medición normalizada, lo que acrecentaría sumamente el efecto competitivo de la variable acústica, y redundaría en una paulatina reducción de las emisiones.

Productos que suenan mejor

Pero, la etiqueta acústica no lo es todo. El consumidor tiene unas expectativas acústicas con respecto a un producto, y estas, no están necesariamente relacionadas con productos más silenciosos. Las características acústicas de un producto pueden condicionar su público objetivo. ¿Cómo debe sonar un coche deportivo? ¿y una moto?¿y un taladro? Mediante grabaciones binaurales, medición de parámetros psicoacústicos, y elaboración de tests auditivos con jurado, es posible determinar la aceptación de determinados sonidos, la comparación de prototipos, o la determinación de características que la ingeniería del producto debe perseguir. Es el campo de estudio que ocupan la psicoacústica y la calidad sonora.