La OMS establece dos tipos de límites para el ruido en un dormitorio. Por una parte, el nivel equivalente (nivel promedio, Leq) a lo largo de la noche no debería exceder los 30 dBA, ya que de ser así la calidad de nuestro sueño y nuestro descanso se deteriora, incluso aunque no lleguemos a despertarnos. Por otra parte, si el nivel supera los 45 dBA, aunque sólo sea por un instante, puede llegar a despertarnos (Lmax).